¿Recuperados ya del susto del escritor? Pues no nos vamos a otro lago y nos adentramos en el Campamento del Rainbow Lake, donde una vez se ha dado por cerrada la exitosa temporada, sus monitores tienen todo el idílico paisaje para ellos.
Al menos hasta que la sheriff les advierte de la fuga de un peligroso psicópata… que anda suelto.
A pesar de las advertencias, nada evita que los siempre cachondos monitores del campamento se diviertan, así que Kenzo y su novia se escabullen hasta la casa para follar… sin darse cuenta de que Finn les está mirando desde el exterior.
Cuando la novia de Kenzo le ha colocado la venda sobre los ojos y sale de la casa, Finn aprovecha para tomar su lugar y así mamarle la polla al musculoso y bronceado monitor.
Kenzo enseguida se da cuenta de que esa mamada es mucho mejor de lo habitual y cuando descubre que se trata de Finn deja que el pasivo cabalgue sobre su gruesa verga follándoselo a cuatro patas y tumbado de espaldas hasta que ya no puede aguantar más y se corre sobre la lengua.
Lo que no sospechan en medio de tanta lujuria y placer es que el peligro acecha en bosque… y pronto se escuchan los primeros gritos de terror en el hasta ahora silencioso y tranquilo campamento cuando se suceden dos espeluznantes crímenes ante sus ojos y tienen que correr por sus vidas.
Arno, Leo y Marcus se refugian juntos en una cabaña abandonada, donde guardan silencio hasta que escuchan como el asesino se aleja de allí.
Una vez se sienten a salvo, su excitación se transforma en algo más cuando se dan cuenta de que se han empalmado y están muy cachondos. Enseguida se están besando y masturbándose mutuamente.
Arno le hace una mamada al activo y forman un trenecito sexual antes de que Marcus se folle a Arno mientras Leo deja que le coma el rabo y después le lame el ojete a Marcus.
Los activos se follan a Arno por la boca y por el culo hasta correrse encima suyo… justo a tiempo de escuchar a Finn golpeando la puerta. ¡Corriendo a través del bosque vio algo increíble!
Finn les jura que vio a la sheriff besando al asesino en medio de la noche, pero los demás monitores no le creen.
Cuando la sheriff les dice que se acabó el peligro porque ya ha detenido al asesino, Leo, Louis y Arno se lanzan felizmente al lago para nadar, aunque Finn le suplica a Marcus que se quede a su lado.
Mientras conforta a Finn en la hamaca, las cosas pronto se ponen interesantes y pasan a las mamadas, aunque no tardan tampoco en ponerse a follar en medio del bosque.
Marcus le da la vuelta al joven para empotrar su ojete contra uno de los árboles hasta que los dos se corren…
Pero una vez lo han hecho no pueden relajarse durante mucho rato, porque la muerte les pisa los talones. ¿Saldrán con vida del campamento?
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