Una visita rápida a la pequeña nevera consigue poner sediento a Crush, una sed que solo podrá saciar el jugoso culazo del musculoso Heath.
Después de bajarle de golpe los calzoncillos, el sediento y también musculoso chulazo está empotrando ese ojete peludo con su gruesa polla.
Y no deja de embestirle incansablemente y con todas sus fuerzas hasta que sus pelotas están a punto de explotar.
Solo entonces esa dura verga pasa del culo a la boca de Heath para que pueda tragarse toda su corrida caliente.
Pero estos dos chulazos no solo estaban sedientos, su apetito es insaciable y en cuanto han repuesto fuerzas están en la cama, comiendo rabo, culo y follándose el uno al otro como completos versátiles...
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