Cuando el oficial de policía Papi obliga a Dimitry a entregarle la documentación por conducir sin ponerse el cinturón de seguridad ni la camiseta, se le pone más dura que su porra al ver la raja del culo del conductor asomando por encima de sus shorts.
Tampoco Dimitry pueda apartar los ojos de la “porra” del policía mientras le ruega que haga la vista gorda... y le deje mamarle la polla.
Caliente después de un largo turno de noche, Papi se permite saltarse las normas y se lleva a Dimitry hasta un almacén cercano y desierto para follarle la boca y la garganta.
El lema de la policía es “servir y proteger” pero esta noche es Dimitry el que quiere servir a Papi ofreciéndole su culo para que lo devore antes de empotrarle por detrás.
Dimitry lame vorazmente los sobacos peludos del oficial y se tumba de espaldas con las piernas abiertas para que pueda follárselo en esa postura, pero también toma la iniciativa a la hora de montarse sobre la verga sin circuncidar de Papi para cabalgar encima.
Lo que ambos ignoran, entregados al sexo más intenso, es que el binomio de Papi les ha estado observando sin decir nada y se queda boquiabierto cuando ve a su compañero corriéndose sobre la cara de Dimitry, que intenta atrapar hasta la última gota.
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