El musculoso Cole y su hijastro Skylar se entienden a la perfección, les encanta provocarse el uno al otro y quedar para hacer cosas juntos, tocándose constantemente.
Un día, después de sorprender a Skylar tirado sobre su cama, Cole invita al chico a ver una película de terror acurrucados en ella. Los sustos hacen que los dos acaben haciendo un duelo de cosquillas que pone tremendamente cachondo a Skylar.
No tarda en quitarse la ropa para pedirle a su padrastro que también le haga cosquillitas en el ojete, algo que hace muy feliz a Cole, que complace al niñato con una comida de culo que le hace gemir de placer.
Tras devorar el ojete de Skylar, Cole le convence para que le mame la polla por primera vez. Skylar saborea el rabo de su padrastro, asombrado por la deliciosa sensación de tenerlo en su boca.
Después de esa mamada, Skylar se sienta encima de la dura verga de su padrastro para cabalgar, subiendo y bajando cada vez más rápido, dejándose llevar por la lujuria.
Impaciente por sentir la caliente sensación del semen de Cole rociando su cuerpo, Skylar le pide a su padrastro que saque la polla de su culo en el último minuto y se masturbe para salpicarle con su blanca corrida y besarle como se merece tras esta sesión de sexo a pelo largamente esperada.
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