A la hora de follar, Gio siempre busca hombres más grandes y fuertes que él, por eso cuando encontró al musculoso y peludo Nik no lo dejó escapar.
A Gio le gusta sentir la fuerza de esos hombretones cuando le agarran entre sus brazos… y cuando le están dando por el culo. Y a Nik le parece que Gio es adorable y guapo.
Así que cuando esta pareja se quita toda la ropa y se quedan en calzoncillos en el porche exterior de la casa, el deseo lujurioso que sienten el uno por el otro pasa de cero a cien en un abrir y cerrar de ojos.
Una vez dentro de la casa, Gio y Nik se besan y acarician apasionadamente, sintiendo como sus pollas crecen y se ponen cada vez más duras dentro de sus calzoncillos, que apenas logran contenerlas.
Después de haberse comido el culo y la polla el uno al otro, Gio le suplica a Nik que se lo folle y eso es lo que hace exactamente, empotrando incansablemente el culo del pasivo sobre la cama hasta correrse.
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