Compartir tu fetiche sexual con un alma gemela conduce a la excitante aventura que Scott y Sergey van a experimentar.
Hacía mucho tiempo que no veíamos a Scott en acción, echábamos de menos a este chulazo español, pero ha vuelto... y tan pronto entra en la habitación ataviado con su arnés y suspensorio de cuero Sergey cae de rodillas, igualmente sexi con su idéntico atuendo.
Sergey empieza a cepillar y a lamer las botas de Scott, puliendo el cuero negro hasta que brillan mientras estimula sus pezones con su otra mano, haciendo que su polla crezca de tal manera que su suspensorio es demasiado pequeño para contenerla.
Los pezones de ambos chulazos son retorcidos y pellizcados, infligiendo placer el uno al otro mientras se admiran el uno al otro. Con su experto servicio de limpiabotas, Sergey también ha reavivado el rabo de Scott, que se sale del suspensorio pidiendo mayor atención. Scott libera su polla para poder masturbarse dejando que Sergey continúe lamiéndole las botas.
La boca de Sergey pasa rápidamente de la bota a la entrepierna de Scott engullendo su verga, dura como una roca. Cogiendo por la nuca a Sergey con firmeza, Scott empieza a follarle la boca, obligándole a tragarse toda su polla hasta las pelotas.
Sergey le da toda la atención que se merece esa polla, hasta que Scott intercambia posiciones con él para devolverle la mamada a su palpitante polla.
Pero en cuanto se la ha puesto tiesa, Scott le da la vuelta a Sergey para empotrarle con todas sus fuerzas a cuatro patas, penetrando su peludo ojete a fondo.
Sergey debe respirar hondo recibiendo las embestidas de Scott, que aumenta la potencia y la profundidad de las mismas, agarrándole por el arnés de cuero y usándolo como si fuesen unas riendas para follárselo incansablemente.
Tomándose un respiro, Sergey cambia posiciones nuevamente con Scott para meterle de golpe toda su polla dentro de su culo peludo.
Scott ladra pidiéndole a Sergey que no pare y los dos acaban con sus musculosos cuerpos cubiertos de sudor, un dulce aroma que se mezcla con el del cuero y flota en el ambiente como un afrodisiaco excitándoles todavía más.
Otro intercambio y Sergey acaba tumbado de espaldas con las piernas bien abiertas para que la polla de granito de Scott, rodeada por un anillo negro, se deslice dentro de su húmedo y boqueante ojete.
La penetrante follada de Scott masajea perfectamente el culo de Sergey, que con su polla en la mano no deja de masturbarse, al unísono con las embestidas de Scott.
Un último envite hace que Sergey dispare una enorme corrida que cubre su pecho y sus abdominales peludos y que Scott vacíe sus cargadas pelotas sobre las pelotas y el peludo culo de Sergey, penetrándolo de nuevo a fondo y por última vez para dejarle dentro el resto de su esperma.
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