El fornido y peludo Riley va a ver a Scott, su médico de cabecera, porque lleva sufriendo dolor de garganta desde hace días, le cuesta tragar y ya no aguanta más.
El doctor Scott le somete a una serie de pruebas rutinarias para averiguar el origen de su dolencia, pero le sugiere una aproximación más experimental… dilatarle la garganta con su polla.
Viendo lo bien que se traga su pollón, el doctor no tarda en diagnosticar el origen de ese dolor… Y no solo eso, aseguraría que a Riley también le duelen las rodillas.
Scott le devuelve la mamada a Riley y se lo folla por detrás y en la postura del misionero sobre la camilla de exploración, haciéndole correrse sobre su peludo estómago y cubriendo su ojete de semen caliente.
Cuando sale de allí a Riley ya se le ha curado el dolor por el que acudió a la consulta, aunque ahora lo sienta en el culo.
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