Y de una barca pasamos a una embarcación un poco mayor en la que Allen se broncea sobre la cubierta de un yate llevando solamente un pequeño bañador que marca su insaciable culo, poniendo muy cachondo al musculoso Dom.
Dom puede sentir como su polla crece y se endurece dentro de sus pantalones cortos y se quita la camisa, pidiéndole prestada al guapo pasajero la crema protectora, que extiende por todo su torso bajo la lujuriosa mirada de Allen.
Rememorando la famosa escena de Titanic, Allen se levanta con los brazos abiertos desde la popa del yate para gritar “¡Soy el Rey de los pasivos!”.
Y eso no podría haber alegrado más a Dom, que se coloca detrás suyo, mordisqueando sus orejas y bajándose el bañador para empotrar el culo de Allen con su dura polla.
Dom se sigue follando al autoproclamado rey de los pasivos a cuatro patas sobre los asientos, dejando que Allen cabalgue montado sobre su venosa verga al ritmo de la embarcación, sacudida arriba y abajo por las olas.
La sonrisa de satisfacción se refleja en la cara de Allen, que es follado a pelo alternativamente de frente y por detrás, aprovechando para mamar el rabo de Dom con cada cambio de postura.
Al final, el pasivo se corre tumbado de espaldas y Dom vacía sus pelotas en la boca abierta de Allen, que se traga todo su semen. “¡Soy el Rey de tu culo!” exclama Dom con los brazos abiertos y flexionando sus bíceps.
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