Reconozcamoslo, hay algo en un chulazo que marca un enorme bulto dentro de su ropa interior que nos hace perder el control. Todo tiene que ver con ese último y fino velo que oculta el premio definitivo antes de la revelación -una enorme y palpitante polla lista para follar.
Harold y Derek se entregan a esa debilidad juntos, disfrutando de los juegos preliminares llevando unos ajustados suspensorios negros como única prenda sobre sus cuerpos.
Pasan sus labios y su lengua por encima de los bultos en la parte frontal de sus suspensorios y se dan la vuelta para admirar sus culos al descubierto, unos glúteos firmes y redondeados que resaltan aún más entre las gomas de los suspensorios.
A Harold le encanta ver el culo de Derek y no puede resistirse a follárselo duro y profundamente con su enorme rabo sin circuncidar, pero antes le lame la polla y uniendo dos fetiches se lamen los pies que han pasado por su entrepierna...
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