Cuando el joven Danny decidió pasar la mañana en el gimnasio, sabía que estaría a solas con el musculoso Clark y con un poco de suerte lograría que se lo follase, pero no imaginaba que aparecería por allí un papi como Daniel.
“Tienes unos brazos enormes” le dice un impresionado Danny entrenando los bíceps con Clark. “Los tuyos tampoco están mal” responde Clark antes de empezar a tocarse los brazos y el pecho el uno al otro.
Tras entrenar también sus pectorales con unas flexiones en el suelo y después de que los dos se hayan quitado las camisetas, Clark se saca la polla de sus pantalones cortos mientras Daniel sigue haciendo flexiones entre sus piernas.
El niñato no puede resistirse a mamar la dura polla de Clark, y cuando Daniel llega a la sala el fogoso semental de pelo canoso se une rápidamente a ellos, lamiendo el ojete de Danny y follándoselo a cuatro patas.
Danny se sienta sobre la verga de Clark mientras le mama la suya a Daniel, que se ha puesto de pie entre los dos y levanta el culo del niñato para follarle cabeza abajo.
Haciendo que Danny se tumbe de espaldas sobre uno de los bloques de fitness, Clark y Daniel le ensartan con sus pollas, uno por el culo, el otro por la boca, hasta que le hacen correrse sobre sí mismo.
Daniel lame el torso de Danny viendo como Clark se corre, añadiendo todo su semen caliente al que ya chorrea por los marcados abdominales del niñato, se incorpora y le riega con una de sus famosas y generosas corridas.
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