Es fácil -demasiado fácil- para dos chulazos guapos y viriles caer en la lujuria el uno con el otro, y eso es lo que pasa entre Rudy y Oskar.
De hecho, sería imposible para estos dos sementales que no surgiese una fuerte atracción del uno para el otro tras pasar unos días a solas en la villa española que el estudio ha alquilado para el rodaje de su nuevo video.
La seducción de Oskar por el musculoso Rudy es inmediata y completa, y el atractivo pasivo no tarda en ocuparse de la gruesa polla sin circuncidar del chulazo italiano con su boca y su culo.
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