Cole es un poco más grande que la mayoría de sus compañeros, alto, musculoso y dotado con una buena polla. Y no solo es un atleta, también es muy guapo, así que no le resulta díficil ligar con chicos o con chicas, pero cuando un monitor como Cain se ofrece para que se lo folle, no deja escapar la oportunidad...
Cole le había echado el ojo al entrenador Cain desde el primer día, tenía todo lo que a este niñato le parece irresistible en un hombre maduro: alto, peludo, una voz grave, pelirrojo con canas y barba, una polla gruesa y un culo tan estrecho y redondeado que se podrían partir nueces entre sus glúteos.
Cole le pidió consejo para mejorar su nivel de fitness y si podía compartir una sesión de entrenamiento con él... ellos dos a solas. Y ahí acabaron, en su oficina, sudando con una sesión de ejercicios de alta intensidad, pero aprovechando cada minuto para mirarse bien. Nadie sabe como empezó, pero de repente toda esa sangre bombeada por el ejercicio les llevó a besarse como si fuese lo más natural del mundo.
Cain le sacó la polla de los shorts - Cole siempre ha sabido que la tiene más grande de lo normal- e impresionado por lo que había encontrado allí dentro el entrenador la rodeó con sus labios preguntándose si su estrecho ojete podría con semejante pollón.
Para que no tuviese dudas, Cole apretujó el musculoso culo de Cain para que tuviese claro lo que iba a pasar... y lo que quería. Follarse a sus entrenadores es una excitante inversión de papeles para Cole. Así pues, Cain se arrodillaba para mamarle la polla a Cole, sus labios eran suaves y lo hacia como todo un profesional. ¡No era la primera vez, eso estaba claro!
Cole estuvo a punto de correrse en la boca de Cain, pero le tiró sobre el sofá y le levantó las piernas para pasarle la lengua, alternando entre sus pelotas y su palpitante ojete.
Finalmente, Cole se puso de pie entre las piernas de Cain y empujó su polla, dura como una roca, dentro de su culo para follárselo sin compasión.
Para el joven se convirtió en un juego ver lo rápido que era capaz de embestirle antes de que el entrenador empezase a aullar, pero Cain aguantó como un campeón, apretando los dientes y retando a Cole a que le follase más fuerte.
Cole se llevó una sorpresa cuando de repente Cain le empujó sobre el sofá y le levantó las piernas. Al parecer todo fornido semental como él tiene un limite como pasivo y en cuestión de minutos estaba follandose a Cole, penetrándole a fondo con esa gruesa y enorme polla. Metiéndola y sacándola como una maquina del sexo hasta que el joven estaba pidiendo compasión. Siguieron turnándose a la hora de follarse como dos animales en celo, Cole se folló a Cain, Cain se folló a Cole en una tórrida competición por demostrar quien era el más viril en una lucha visceral y carnal, repleta de lujuria, por la supremacía. Metidos de lleno en esa competición, Cole perdió el control por completo y no podría haber parado, ni aunque hubiese querido.
Cain cerró los ojos en pleno éxtasis, murmurando algunas palabras y casi sin aliento mientras se masturbaba entregado al placer y Cole sacó su polla del culo del entrenador para rodear la suya con sus labios. Cain se estremeció antes de explotar dentro de la boca de Cole, que se tragó la salada corrida... proteína pura para después del entreno.
Semanas después, cuando Cain le llama para que acuda a su oficina, Cole va sin pensárselo dos veces. Cole se ha pasado todo ese tiempo pajeandose recordando aquel intenso día en el que sudaron mucho más follando que entrenando. Cain le dice que van a probar un nuevo entrenamiento, uno que se enfoca en un solo músculo de su cuerpo. Tras preguntarle si quiere probarlo, saca un artefacto que Cole solo había visto en videos porno: una bomba de vacío. Cole asiente sonriente y se deja hacer, bajándose los pantalones ya empalmado para que Cain pruebe la bomba en su polla.
Su polla está tan dura viendo al entrenador que apenas cabe en el cilindro de plástico, pero siente toda la sangre de su cuerpo fluyendo hasta su polla, desde la base hasta el capullo, donde empieza a salir algo de presemen. Cole nunca ha notado tan dura su verga como en este momento, su miembro palpita de tal forma que teme que el cilindro vaya a explotar si el entrenador no para de bombear. De repente, su único pensamiento es meterle ese pollón por el culo a Cain.
Liberada de la bomba, la ya gran polla de Cole parece enorme, y aunque la note dolorida se piensa follar a Cain como nunca nadie lo ha hecho antes, dejándole que se la mame un rato.
Pero en cuanto el fornido entrenador se desnuda y se queda en suspensorio, Cole va a por su estrecho ojete para meterle la lengua y toda la polla.
Por un momento le parece que va a partirle en dos, pero la mueca en su cara, una mezcla de dolor y placer, anima a que Cole le embista sin más, por puro instinto carnal.
Completamente entregado a bombear incansablemente el culo de su entrenador, Cole no puede contener el semen de sus cargadas pelotas. Necesita soltarlo... ¡Ya!
Sacando su polla y masturbándose sobre Cain, Cole se corre salpicando su estómago con varios chorros, usando el resto de su corrida para embadurnar su polla como si se tratase de lubricante y volver a metérsela por el culo.
Todavía dura gracias al uso de la bomba, Cole sigue follándoselo aún más profundamente, disfrutando de cada embestida. Y está tan extasiado que hasta vuelve a correrse dentro de Cain.
A Cole se le acabaron las dudas, sobre el tamaño de su polla en comparación con la de sus compañeros y sobre la utilidad de la bomba de vacío. Incluso llega a pensar que su polla va a estar así de dura hasta que vuelva a ver a su entrenador... Y si no, siempre podrán usar de nuevo la bomba.
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