Harrison se pone tan cachondo al volante, que no puede evitar sacarse la polla y masturbarse sin hacer una parada… llamando la atención del agente de policía Colton por su conducción errática. Cuando abre la guantera para entregarle la documentación al agente, lo único que hay allí dentro son consoladores de varios tipos y tamaños, pero no los papeles, así que acaba siendo arrestado y conducido a comisaria.
Colton amonesta a Harrison al comprobar que no es la primera vez que hace algo así, viendo que tiene una extensa lista de arrestos por exhibicionismo y le pregunta si lo ha hecho alguna vez en una comisaría.
Harrison le dice que no, pero se da cuenta de que Colton quiere que se desnude cuando echa la cortina para tener más privacidad y al joven se le pone dura.
Viendo como agarra esa polla con la mano y se masturba ante sus ojos, Colton también se pone cachondo, quitándose el uniforme lentamente y obligando a Harrison a mamarle la polla.
Una vez le ha dejado claro al descarado niñato quien manda allí, follándole la boca con su gruesa polla y haciendo que se atragante con ella, el sucio policía le folla el culo a cuatro patas y tumbado de espaldas sobre su mesa.
Completamente sudado por el esfuerzo, Colton saca su polla en el último momento para correrse encima de Harrison, que sigue masturbándose y cubre la mesa con una enorme corrida y sale de allí sin antecedentes penales… Colton no debería haber dejado al joven a solas con su ordenador…
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