Después de besarse como enamorados entre los palmeras y las flores, haciendo algo de ejercicio con unas sentadillas, Oliver está impaciente por volver a casa para catar la polla de Kieran.
Incapaz de aguantar las ganas, Oliver se la mama en el coche, así que cuando por fin están bajo techo, los dos chulazos se desnudan a toda velocidad para que Oliver siga con lo que hacía, mostrándole a Kieran lo profunda que es su garganta.
“¡Tengo tantas ganas!” suplica Oliver, fascinado con esa polla. “Te la voy a dar toda” le asegura Kieran al niñato. Dicho y hecho, Oliver se sienta encima de la verga para cabalgarla, hasta que Kieran le desmonta para seguir follándoselo en la postura del misionero, embistiendo su ojete en una intensa follada a pelo.
Llevando las riendas, Kieran sigue empotrando a Oliver a cuatro patas en el suelo y por detrás contra la mesa, hasta que el pasivo se corre encima de ella.
Oliver lame su propia corrida mientras Kieran sigue embistiéndole brevemente hasta que ya no puede más y una impresionante corrida brota de su polla, salpicando toda la espalda y el culo de Oliver.
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