David, un chico de lo más normalito, acompaña al alto y musculoso Eddie en un paseo por el parque, donde no puede resistirse a acariciar sus marcados abdominales mientras el fornido rubio guiña el ojo a la cámara.
De vuelta al dormitorio, un hambriento David lame el pecho de Eddie, chupándole los pezones y pasándole la lengua por todo su sobaco. Eddie responde escupiéndole en la boca. “¿Más?” le pregunta Eddie con su voz profunda. David asiente con la cabeza con ganas, antes de mamarle la polla.
Todavía de pie, Eddie penetra al excitado pasivo por detrás antes de follarse a pelo su peludo culo sobre la cama.
Tomando las riendas momentáneamente, David cabalga montado sobre la gruesa verga de Eddie, que le desmonta para follárselo tumbado de espaldas sobre la cama hasta que le saca hasta la última gota de semen de sus cargadas pelotas.
Jadeando totalmente satisfecho, David abre la boca para recibir toda la corrida de Eddie por toda su cara.
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