La tensión está por las nubes en el campo de rugby cuando Lobo y Jolian, jugadores de equipos rivales, se enfrentan cara a cara. A pesar de que sus miradas no podían apartarse de culos y paquetes antes del partido, una vez en juego la rivalidad toma el control y en uno de los placajes, Jolian le baja los shorts a Lobo, que cae al suelo.
Cuando Jolian le echa una mano para que se levante también le ofrece una visión privilegiada de su enorme polla, que asoma por debajo de los pantalones. Finalizado el partido, los rivales rompen con la tensión sexual en los vestuarios, donde no parecen tener suficiente el uno del otro, enjabonándose mutuamente en las duchas para sentir sus musculosos cuerpos.
Lobo se agacha para mamarle la polla a Jolian, que a continuación devora su culo peludo en uno de los bancos de madera, donde se sienta animándole a montarse sobre su erecta verga.
Tras una breve cabalgada, Jolian se folla por detrás el culo de Lobo y le mama la polla antes de volver a meterle la suya por el culo.
El apetito sexual del tatuado y peludo jugador es insaciable y cuando Jolian se tumba de espaldas sobre el banco de madera, Lobo vuelve a mamarle la polla y a cabalgar sobre ella.
Intercambiando sus posiciones en el banco, Jolian abre las piernas de Lobo para follárselo de frente, viendo cómo se masturba hasta cubrir sus peludos abdominales con su blanca y espesa corrida.
Agachándose para catar el sabor de esa corrida, Jolian sigue embistiendo el ojete de su rival en el campo hasta que ya no puede más y se corre entre espasmos sobre la cara de Lobo, que lame ese rabazo mirándole desde abajo y sonriendo.
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