Impacientes por conectar con su hijastro Oliver, los padres Brody y Brogan sugieren echar una partida a un juego de palabras llamado Mad Libs para la noche de juegos en familia. Sin darse cuenta, cogen por error un ejemplar de Dad Libs, que es una versión más caliente y para adultos del juego, y a medida que van rellenando los espacios en blanco, la historia resultante acaba siendo divertidamente provocativa.
Avergonzados pero divertidos, los tres se ríen a carcajadas cuando se dan cuenta del despiste y uno de los padrastros lee la historia en voz alta… Las risas incomodas despiertan los sentimientos guardados en secreto por Oliver hacia sus irresistibles papis. Siempre ha deseado verlos desnudos, pero hasta ahora no se ha atrevido a decírselo.
La sola mención de sus pollas en voz alta le anima a ponerse a flirtear con ellos, empujando a Brody y a Brogan a que den un atrevido paso con él.
La noche de juegos en familia pronto se convierte en un trío encantador donde el ojete de Oliver se convierte en el verdadero juguete para Brody y Brogan.
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