Los colegas Edward y Rocky se reúnen para hablar de un asunto que afecta a sus hijastros: Ryan y Teddy. Los dos chavales son amigos y juegan en el mismo equipo de futbol, pero últimamente no han dado lo mejor de ellos sobre el campo. Rocky ha descubierto que no están a gusto viéndose desnudos en las duchas, así que tiene un plan para que no sean tan cortados y se suelten.
Cuando llegan Ryan y Teddy, Edward y Rocky empiezan a juguetear el uno con el hijo del otro, acariciándoles por todas partes y masturbándoles en el sofá para que se sientan más cómodos con su desnudez, pero las cosas se van calentando.
Completamente desnudos, Teddy y Ryan se abren -literalmente- con el mejor amigo de su padre, entregándoles sus jóvenes culos y sus pollas.
Al final se sienten tan a gusto y desinhibidos que deciden que ha llegado la hora de que sus padrastros se los follen...
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