Hoy es el cumpleaños de Trevor y el musculoso Johnny le tiene preparada una sorpresa muy especial… un masaje nuru.
Como ya pudimos comprobar anteriormente, Johnny es todo un experto en este tipo de masaje, una experiencia sensual y resbaladiza que acaba tomando un giro todavía más caliente.
Los dos se duchan juntos, tocándose, besándose y mamándose las pollas el uno al otro antes de pasar a la camilla del masaje.
Con sus perfectos abdominales cubiertos de aceite, Johnny está listo para dar a Trevor el más íntimo masaje de su vida usando todo su cuerpo, pero a medida que se restriega y se desliza sobre él, no puede evitar su propia excitación.
Tumbado boca abajo sobre la camilla, el cuerpo de Trevor reluce cubierto de aceite de la cabeza a los pies y la polla de Johnny se pone cada vez más dura a medida que se restriega y con un gemido desliza su polla dentro del estrecho ojete de Trevor, que ve como comienza la autentica diversión.
La polla de Johnny es un espectáculo para la vista -gruesa, venosa y cubierta de sudor y aceite. Agarra las caderas de Trevor para empujarle hacia esa polla al mismo tiempo que él empuja hacia delante para metérsela por completo con desenfreno.
La polla de Trevor palpita, masturbándose a medida que disfruta de las embestidas que Johnny le da por detrás, cabalgando sobre él o tumbado de lado. Su pesada respiración y el sonido de sus carnes entrechocando resuenan por toda la habitación, haciendo que su excitación aumente.
Cada envite de Johnny envía olas de placer por todo el cuerpo de Trevor cuando Johnny alcanza su próstata con precisión. Entregados a la lujuria, los dos follan como animales en celo, gruñendo y gimiendo de placer sintiendo como se acercan al orgasmo.
Trevor es el primero en correrse en una explosión de éxtasis y chorros de semen caliente salpican sus muslos y el suelo, seguido de cerca por Johnny, que se corre sobre su culo antes de volver a penetrarle. “¡Feliz cumpleaños!” le dice Johnny besándole con cariño. Trevor nunca podía haber imaginado mejor regalo.
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