Una vez han completado su entrenamiento en el gimnasio, los niveles de endorfinas, testosterona y adrenalina están por las nubes y tanto River como Brysen solo piensan en follar, especialmente cuando se empiezan a quitar la ropa en el vestuario.
Una vez desnudos se dejan llevar por la atracción mutua y se besan, Brysen se arrodilla para mamarle la polla erecta al musculoso activo, que no tarda en darle la vuelta para metérsela por su ansioso ojete.
Brysen cabalga montado sobre la verga de River en uno de los bancos, corriéndose mientras River se lo folla tumbado de espaldas.
Brysen suelta un gemido de placer en cuanto River le saca la polla para correrse encima suyo.
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