Hace poco que Mateo ha empezado a entrenar para su primera carrera ciclista y ha decidido tomar una ruta que atraviesa varios campos de cultivo, por la zona donde vive Matt.
Estas carreteras tienen menos tráfico y son una oportunidad excelente para tirar millas, pero cuando de repente se le pincha la rueda delantera pronto se da cuenta de que no tiene cobertura para pedir ayuda por el móvil. Pero por suerte, Matt se fijó en él cuando pasó minutos antes por delante de su propiedad y sabe como reparar una rueda.
No ocurre todos los días que un guapo ciclista en mallas ajustadas, marcando un buen paquete y culazo, se pase por estas latitudes, así que el joven aficionado al ciclismo aprovecha la ocasión para llevarle hasta su cobertizo y echarle una mano con esa rueda... o con lo que le apetezca.
Puede que Mateo haya sudado lo suyo pedaleando fuerte por estas carreteras perdidas, pero el afortunado Matt va a sudar aún más cuando el ciclista sucumbe a sus insinuaciones y suelta toda su adrenalina follándoselo en el cobertizo.
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