Aunque agosto sea el mes por excelencia de las vacaciones, la industria no se para y sigue en marcha, dirigida con mano de hierro por poderosos directivos como Dom, que le hace una demostración de ese poder a Sean.
Tras un largo día de trabajo, Dom y Sean pueden por fin dejar a un lado la competición financiera y retirarse a un lugar más privado donde desprenderse de trajes y corbatas para relajarse.
Dentro del mundo de los negocios Dom tiene mucho poder y su fornido y dominador físico lo refleja -porque es un empotrador muy bien dotado. Sean admira a Dom por todas esas razones, así que cuando recibió una invitación a su casa para disfrutar de su tiempo de ocio no se lo pensó dos veces.
Debido a que Sean tiene un largo rabo entre sus piernas, sus conquistas prefieren generalmente que sea el activo y que se los folle, pero este no es el caso en casa de Dom.
El nombre de Dom lo dice todo. Dom siempre tiene el control, en el trabajo y en casa, y se lo demuestra a Sean follándole a pelo la garganta y su culo con su palpitante y dura polla.
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