Tan pronto Eddie y Deacon se besan en el dormitorio, saltan chispas entre ellos y se desnudan el uno al otro, lamiendo el pecho y chupando los pezones del otro.
Estos experimentados chulazos se complementan a la perfección, pero siendo los dos versátiles la única pregunta que surge es... ¿Quién se follará a quién?
El acuerdo llega rápidamente después de que Eddie le mame la polla a Deacon, que le da la vuelta al alto y musculoso chulazo para deslizar su polla dentro del estrecho ojete de Eddie. “¡Joder, sí!” exclama Eddie entusiasmado sintiendo como Deacon se la mete a fondo para a continuación comerle el culo.
El caliente pasivo no parece nunca tener suficiente, así que Deacon le empotra en la postura del misionero y le sigue embistiendo haciéndole gemir de placer.
De todas formas, Eddie toma las riendas para cabalgar montado sobre la polla de Deacon y no paran de follar hasta que ambos se han corrido sobre la cara del otro.
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