El musculoso Marlon camina por una calle de Rio de Janeiro cuando se cruza con Markin, un vendedor de top-manta. Marlon le dice que no quiere comprar nada, pero el vendedor no le intercepta para vender... Aunque si que le hace una oferta irrechazable.
De hecho, este mantero tiene poco de “top” porque le ofrece su culo y una buena mamada y apenas unos minutos más tarde ya están besándose completamente desnudos en el piso de Marlon, mamándose las duras pollas el uno al otro.
Después de que Marlon le haya follado la garganta a Markin con su grueso rabo, le hace ponerse a cuatro patas sobre la cama para tomar lo que le ha ofrecido en la calle, devorando su ojete antes de empotrarle por detrás.
Las embestidas de Marlon son cada vez más fuertes y profundas, tirándose encima del mantero para metérsela hasta las pelotas.
El sonido de sus carnes entrechocando se mezcla con los gemidos de placer de Markin, hasta que Marlon se la saca para tumbarse de lado y seguir follándoselo en esa postura, besándole sin dejar de embestirle.
Cuando Marlon le ofrece cabalgar sobre esa gruesa verga, Markin acepta encantado y se monta sobre ella, gimiendo de placer cada vez que entra y sale de su ojete.
Cuando se da la vuelta para seguir cabalgando de espaldas a Marlon con la misma intensidad, su propia polla erecta es sacudida en todas direcciones y tiene que hacer un gran esfuerzo para no correrse.
Finalmente, Markin se tumba de espaldas sobre la cama despatarrado para que Marlon se lo folle cara a cara, sacándole ese pollón antes de metérselo de golpe con un movimiento de cadera en varias ocasiones.
Con los últimos envites, Marlon ya no puede aguantar más… “¿Quieres toda mi leche?” le pregunta al mantero. “Si, la quiero” responde Markin, expulsando fuera de su culo la corrida que Marlon le ha dejado dentro y que continúa brotando de su polla cubriendo su palpitante ojete. “¡Empuja toda esa leche dentro, empújala!” le ruega el vicioso mantero. Marlon le complace, embistiéndole de nuevo un rato.
Poniéndose de pie encima de la cama, Markin le pide a Marlon que se arrodille para poder correrse en su cara, pero lo que hace finalmente es tumbarse bocarriba entre sus piernas para recibirla dentro de su boca y por todo el pecho.
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