El joven y delgado Cyrus quiere ayudar a destensar con un masaje profundo al deportista DeAngelo, pero lo que desea en el fondo es poder acariciar con sus manos todos esos grandes músculos.
Con DeAngelo tumbado en la cama desnudo, Cyrus se ocupa de cada rincón de su magnífico cuerpo... incluyendo su polla tiesa, y dispuesto a que se relaje todavía más, el masajista mejora su sesión rodeando con sus labios el rabo de DeAngelo y sentándose sobre su cara.
Tras cabalgar sobre la lengua húmeda y cálida de DeAngelo, el curioso pasivo pasa a hacerlo sobre su verga.
Es entonces cuando DeAngelo toma las riendas de su propio final feliz, embistiéndole desde abajo y a cuatro patas haciendo que el sonido de su cuerpo chocando repetidamente con las nalgas del masajista resuenen entre las cuatro paredes.
Con Cyrus tumbado de espaldas sobre la cama y las piernas completamente abiertas, DeAngelo sigue follándoselo a pelo hasta que los dos sementales se corren sobre el cuerpo de Cyrus dejándolo cubierto de semen caliente.
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