Leo se ha ganado una reputación como uno de los más asombrosos e insaciables pasivos entre los sementales del estudio porno. Y es esa reputación la que le ha llevado hasta Dom y Adam.
Dom quería un tío para follárselo incansablemente con su amigo Adam y así desfogarse, liberando parte de su agresividad, acumulada tras un duro entreno en el gimnasio.
Hace días que ninguno de los dos se ha corrido y cuando ven a Leo relajado, tumbado bocabajo en la cama de la casa que comparten en Puerto Vallarta, se aproximan para divertirse con un trío.
Antes de que pueda despertarse por completo, Leo ya está usando su boca y su culo al mismo tiempo para mamar las pollas y ser follado salvajemente por Adam y Dom.
Cubierto de sudor y de semen, jadeando al final de la escena entre los dos exhaustos sementales, Leo nos ha demostrado una vez más su bien merecida reputación.
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