Devin está ahí sentado al sol, en la puerta de los servicios públicos del área de descanso de la vieja carretera que conduce al centro penitenciario (donde asegura que hace muchos “amigos”) cuando el camionero Brogan pasa por delante echándole una mirada que dice claramente “Voy a follarte ese culo” .
Una invitación irrechazable para Devin, porque no hay nada que le guste más que un fornido camionero destrozándole el ojete.
Así que, tras darle unos minutos a Brogan para ponerse a tono, se cuela en los baños para que ambos consigan lo que más desean.
Y si a Devin le gusta que se lo follen duro, a Brogan le gusta mamar una polla como la de Devin, algo que hace en cuanto la ve aparecer por el orificio que hay en una de las paredes.
Después de que Devin le haya devuelto la mamada, Brogan empuja al chaval contra la pared para devorar su estrecho ojete antes de empotrarlo a fondo.
El sexo más salvaje, acompañado del lenguaje más soez y de una buena follada al viejo estilo, es todo lo que puedes esperar de uno de esos días calurosos en esa parte del país y Devin lo sabe, por eso siempre encuentra un buen rabo sobre el que cabalgar.
Poco después, recibiendo las embestidas de Brogan por detrás, Devin suelta una enorme corrida que salpica todo el suelo y se da la vuelta para recibir la de este musculoso y sucio camionero en toda su cara.
A Brogan todavía le queda un largo camino por hacer, pero lo hará mucho más relajado y Devin volverá a casa satisfecho de haber hecho "un amigo" más... O tal vez se quede allí un rato para conocer a alguno más.
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