Fijaos bien en la sonrisa que dibuja la cara de Wyatt cuando las cámaras empiezan a rodar. ¿Y quien puede culparle, si iba a follar con un chulazo como Dylan?
Sospechamos que en algún momento antes del rodaje de esta escena, cuando Dylan y Wyatt se juntaron por primera vez e intercambiaron impresiones en el estudio, Wyatt debió pensar: “¡Joder, quiero follar con este tío!”. Y es que no pierde ni un minuto en abalanzarse sobre él tan pronto escucha ¡¡¡ACCIÓN!!!
Con la mencionada sonrisa en el rostro, Wyatt besa apasionadamente a Dylan y acaricia todo su cuerpo antes de bajar para colocarse entre sus piernas y mamarle la polla, dura como una piedra. Después de besar felizmente a Dylan cada vez que este se le acerca buscándolo, Wyatt lo pone todo de su parte para intentar engullir todo su rabo, hasta las pelotas y hasta tal punto que le lagrimean los ojos.
¿Quién puede culpar a Wyatt por disfrutar de todo lo que le ofrece Dylan? Dylan es el galán del estudio -guapo, entrañable, sano y encantado de compartir su lado más sexual con todos nosotros. Un lado sucio que comparte con Wyatt en este encuentro y que a Wyatt le encanta tanto como a sus admiradores.
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