Ver los músculos del chulazo Mario, flexionando sus brazos y sus grandes pectorales mientras entrena con unas mancuernas es suficiente para que Antony se empalme y esté listo para la diversión.
Cuando el guapo joven se encuentra al chulazo entrenando en su habitación no es precisamente sutil a la hora de expresar sus deseos, le mira desde la cama y no tarda en meterse la mano dentro de sus pantalones para ocuparse de su hinchada polla. Podría ser una sorpresa para Mario, pero no va a ser él quien le diga que no a su compi de piso cuando quiere acercarse para acariciar sus grandes músculos. Mario es el tipo de hombre que muchos se quedan mirando en el gimnasio y le encanta acaparar la atención.
Esta vez Mario no es capaz de completar su entrenamiento, sobre todo cuando siente sobre sus pezones la lengua y los suaves labios de Antony, que parece decidido a mamar su dura polla.
Da la impresión que todo ese bombeo de sangre con las pesas era solo un calentamiento, porque el sabor de la polla erecta de Antony hace que Mario quiera continuar con su ejercicio y trabajar sus otros grupos musculares de una manera más placentera: empotrando su culo.
Una vez que los dos han mamado sus pollas el uno al otro y después de que haya lamido el estrecho ojete de Antony, el fornido Mario desliza su musculo más duro bien adentro, follándoselo por detrás allí mismo, en el sofá.
Es evidente que Antony disfruta con este ejercicio, tanto o más que el musculoso chulazo, rodeando su dura polla con el puño para masturbarse mientras cabalga sobre Mario, subiendo y bajando para bombear su ojete con esa larga y rígida verga que se pierde dentro de su culo.
Mario alcanza finalmente su objetivo del día cuando follándoselo en el suelo en la postura del misionero, el joven Antony se corre cubriendo todo su cuerpo de semen caliente.
El musculoso activo saca su propia polla a toda velocidad para masturbarse brevemente hasta que un enorme y potente chorro de semen sobrevuela el hombro de Antony, cubriendo su plano estomago con el resto de su corrida.
¡A partir de ahora Mario se buscará a un compañero de entreno para compartir sesiones como esta a diario!
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